EMPRENDER CON CABEZA Y CON TRIPAS: LO QUE NO TE CUENTAN LOS TUTORIALES DE MARKETING
Dicen que emprender es como subirse a una montaña rusa. Lo que no te cuentan es que, muchas veces, no solo vas dentro de la vagoneta… también eres tú quien la empuja, la repara cuando se descuelga y la vuelve a subir a pulso por la pendiente. Tiras. Empujas. Solucionas. Diseñas. Publicas. Piensas. Atiendes. Y todo eso lo haces desde un sistema nervioso que no está hecho para sostener veinte pestañas abiertas, seis decisiones urgentes y una alerta constante sin pasar factura.
Sí: tu mente también emprende contigo. No es una pasajera más. Es el motor.
Y si no la cuidas, el trayecto no sólo se hace cuesta arriba… Puede que te acabes quedando en la cuneta con burnout, insomnio o esa sensación de haber construido algo que ni disfrutas ni reconoces como tuyo.
TU MENTE TAMBIÉN EMPRENDE CONTIGO
Hay quien cree que emprender va de tener una buena idea, una página web apañada y algo de suerte.
Pero quienes trabajamos desde la ciencia del comportamiento sabemos que las variables internas —regulación emocional, tolerancia al malestar, valores, reglas verbales, atención— también son parte del sistema. No son “extras” de desarrollo personal. Son engranajes básicos del funcionamiento humano. También del profesional.
👉 ¿Y qué pasa cuando esas variables no están entrenadas o cuidadas?
– Procrastinas decisiones clave porque te abruma equivocarte.
– Dices que sí a todo, porque temes que un “no” decepcione.
– Apagas fuegos sin parar y terminas confundiendo urgencia con importancia.
– Dudas de ti en cada paso, aunque por fuera aparentes seguridad.
Y no, no es por falta de talento.
Es porque tu mente, al igual que tú, también se cansa. También se asusta. Y también necesita acompañamiento, entrenamiento y espacios donde parar, revisar, recalibrar.
NO PUEDES CONSTRUIR UN IMPERIO SI TE ESTÁS DESMORONANDO POR DENTRO
A veces no lo llamas ansiedad, ni burnout, ni desgaste emocional. Lo llamas “rachita”, “estrés”, “agotamiento de final de trimestre”.
Pero se nota:
– Duermes mal, incluso cuando logras acostarte temprano.
– Te cuesta enfocarte y pasas el día saltando de tarea en tarea.
– Trabajas sin disfrute, con esa sensación de ir cumpliendo como quien va tachando sin pausa.
– Tienes la cabeza llena… pero el alma vacía.
Desde una perspectiva contextual, esto no es solo “estar mal”. Es el resultado de una historia de aprendizaje donde han pesado más los reforzadores sociales (elogios por productividad, reconocimiento por estar disponible 24/7) que el cuidado de tus propios límites. Es el fruto de reglas internas que no cuestionas:
— “Si no trabajo más que nadie, no valgo.”
— “Si me detengo, me quedo atrás.”
— “Si me cuido, soy egoísta.”
Y sin darte cuenta, estás construyendo tu negocio no desde el sentido… sino desde el sacrificio.
GESTIONAR TUS EMOCIONES TAMBIÉN ES ESTRATEGIA DE NEGOCIO
Desde las terapias contextuales no trabajamos para “controlar” emociones. Trabajamos para relacionarnos mejor con ellas. Porque el problema no es sentir ansiedad, miedo, culpa o vergüenza. El problema es qué hacemos cuando aparecen…
🎯 Ejemplos reales:
– Ansiedad: Tu cuerpo entra en modo alerta. Y sin darte cuenta, comunicas desde la urgencia, con tono tenso o precipitado.
– Frustración: Surge el juicio interno (“nada sale como quiero”) y puedes acabar lanzando mensajes desde la queja o el bloqueo.
– Vergüenza: Empiezas a esconderte. A evitar mostrar tu trabajo. A procrastinar publicaciones importantes.
– Miedo: Dudas de tus decisiones. Frenas lanzamientos. Te atascas en el “y si…”.
– Culpa: Haces más de lo que puedes. Por miedo a decepcionar, te dejas a ti para el final.
– Enfado: Estallas. Respondes con sarcasmo. Te cierras a colaboraciones o rompes relaciones profesionales valiosas.
La regulación emocional (desde modelos como ACT o terapia de aceptación y compromiso) no va de reprimir ni de positivismo tóxico. Va de contactar con lo que sientes sin dejarte arrastrar por ello. Observar. Nombrar. Aceptar. Y actuar en dirección a lo que te importa, aunque no sea cómodo.
¿Te parece poco importante?
Te lo traduzco a lenguaje de emprendedora: esto también es estrategia.
CURRÍCULUMS EMOCIONALES: LA SÁTIRA DE UNA REALIDAD MUY SERIA
¿Te suena alguno?
💼 Laura Cansancio Martínez
Habilidades: Saber fingir que estoy bien.
Idiomas: Hablo fluido en “todo está bien”.
Objetivo profesional: Dejar de llorar antes de enviar un presupuesto.
💼 Marta Multitarea Torres
Experiencia: 2 años de CEO en su propio caos.
Idiomas: Nivel alto en “ahora te contesto”.
Objetivo: No estar ocupada todo el tiempo para evitar sentirme inútil.
¿Nos reímos? Sí.
Pero es risa hueca, porque estos perfiles ficticios no salen de la nada. Son una parodia… y como toda buena parodia, tienen más de real que de broma. Y es que, si somos honestas, muchas veces trabajamos con un currículum emocional escondido en la mochila. Uno que no enseñamos en LinkedIn, pero que pesa lo suyo.
Por si quieres verlos en grande, te dejo aquí la galería. Señálate con el dedo si hace falta. También me puedes dar más ideas en los comentarios a este post para ir añadiendo currículums emocionales en el futiro a nuestra lista de emprendedoras más quemadas que la moto de un hippy.
Y AHORA QUÉ HACEMOS?
En septiembre lanzo un curso online desde mi escuela de psicología y bienestar. Un espacio para personas creativas, sensibles, brillantes… que han decidido apostar por su proyecto, pero no quieren dejarse la salud en el camino.
No te voy a prometer el método infalible. Tampoco fórmulas mágicas. Ya sabes que yo no soy así 😉. Te ofrezco ciencia, herramientas reales y un espacio donde cuidar de ti también forma parte del plan de negocio. Porque construir tu proyecto sin atender tu parte emocional es como apretar el acelerador con el freno de mano puesto: al principio solo molesta, luego duele…
y si no paras a tiempo, lo que se termina rompiendo no es el coche, eres tú.
Si este post te ha tocado algo por dentro, quizás quieras echar un vistazo al curso que estoy preparando y se estrena el próximo 26 de septiembre: PSICOLOGÍA PARA GENTE EMPRENDEDORA. Un espacio para construir tu proyecto sin dejarte a ti por el camino. Aquí te dejo un enlace para que puedas curiosear más.
Y si quieres mantenerte informada o que te avise cuando se abran inscripciones, puedes dejarme tu correo en el formulario.