Las diferencias entre estrés y distrés

Como todo hijo de vecino, yo también paso por temporadas de mucho estrés. Hago muchas cosas al cabo del día, lo cual me previene de caer en estados de abulia, apatía o depresión, pero tengo que tener mucho cuidado con esto de “no pasarme haciendo demasiadas cosas” o de lo contrario se me desquilibra la balanza y acabo de los nervios con un millón de listas de tareas por hacer. Los famosos “pendientes”, de los que no se cuelgan de las orejas (ni de ningún otro sitio) y que son capaces de amargarte la vida en un plis.
Por eso, a la hora de planificar entradas en el blog lo hago de manera inversa a como se suele hacer normalmente. Veréis, generalmente los bloggers escribimos y después damos bombo a nuestros arrebatos literarios en las redes sociales. En mi caso, con la psicóloga online, lo hago justamente al revés: voy hablando en Instagram de temas que me habéis comentado que os preocupan y después con todos esos microbloggins semanales, construyo estas entradas de blog.

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Eustrés es una activación positiva que nos permite estar atentos y motivados

Tal vez este desorden cosmológico mío es el responsable de que en ocasiones, para no alargar demasiado los textos, haga cortes impertinentes y obscenos como si se tratara de la publicidad de una peli de sobremesa en antena 3. Es por eso que estamos aquí ahora: porque las diferencias entre estés y distrés no me entraban ni aquí ni aquí 😅

En fin, vamos al lío y a hablar de estos dos "palabros" raros que nos va a venir de fábula conocer: EUSTRÉS y DISTRÉS.⁠ ¿Cuál es la diferencia entre ambos?⁠

Muy simple: en psicología utilizamos la palabra eustrés para definir el estrés positivo y distrés para señalar el que consideramos dañino.⁠
El punto filipino de todo esto estriba en que el eustrés es una tensión que no rebasa nuestras capacidades y por ende nos hace sentir más competentes. Además es voluntario; es decir, elegimos someternos a una serie de tareas o pruebas vitales porque éstas tienen sentido para nosotros y concuerdan con nuestros valores.⁠ Perseguir nuestras metas nos genera una cierta tensión que es necesaria para sentirnos motivados y orientados a la acción.⁠
Sin embargo, esa misma situación para otra persona puede ser distresante si no tenemos las estrategias o habilidades necesarias para superarla. Ocurre lo mismo con los escenarios que no elegimos, aquellos en los que nos vemos inmersos y de los que a priori no podemos escapar.⁠ Ahí es donde comienza a gestarse un distrés que puede desencadenar en indefensión aprendida y finalmente depresión.⁠

Es muy importante que ante los retos de la vida (los que eliges y los que no) mantengas una actitud positiva hacia ti mismo y todo lo que eres capaz de hacer. Háblate con cariño, no te digas palabrotas como lo tonta que eres, lo inútil o incapaz... Tú siempre en positivo porque siempre se puede hacer algo aunque no salga exactamente como queremos.⁠

Y, cuando algo te supere, cuando sea tan tremendamente grande que estés tentada a decirte a ti misma que no podrás con ello, pónte la servilleta al cuello, saca el cuchillo y el tenedor y cómetelo trocito a trocito. Primero los pequeños y blanditos, los fáciles de másticar. Ve avanzando y consiguiendo mini-éxitos que te hagan ver que con tiempo y constancia puedes pasar de incapaz a invencible 💪🏼💪🏼💪🏼⁠

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